Ousmane Fall
Tiene 17 años. Sólo 17 años.
Se hizo adulto mucho antes, con 12, cuando empezó a trabajar con su familia cultivando cebollas en un terreno arrendado, en la provincia de Louga, en Senegal. Los beneficios que obtienen son mínimos. No llegan para que los padres y lxs tres hermanxs de Ousmane puedan cubrir sus necesidades básicas.
Así que ahorraron un año entero para que Ousmane pudiera subirse a una patera. Fue su hermano mayor quien consiguió el contacto e hizo el pago. Un año entero de esfuerzos de toda una familia y una vida de un joven de 17 años subidas en una patera, junto a las de otras cien personas más.
Ousmane llegó a Tenerife, después de nueve días en el mar. Llegó y no importaron sus 17 años. Otros que llegaron en las mismas condiciones, aunque son sólo un poco mayores que él, lo cuidan y lo acompañan en el campamento exterior de Las Raíces. Está esperando. Porque no importa que tenga 17 años y que un tío suyo lo quiera acoger en Málaga, porque no le dejan reunirse con él.
A Ousmane le tocó no tener 17 años para nadie aquí y quizá tampoco para él, porque su único objetivo es trabajar para enviar dinero a su familia. No tiene otra elección.
Ousmane Fall
Tiene 17 años. Sólo 17 años.
Se hizo adulto mucho antes, con 12, cuando empezó a trabajar con su familia cultivando cebollas en un terreno arrendado, en la provincia de Louga, en Senegal. Los beneficios que obtienen son mínimos. No llegan para que los padres y lxs tres hermanxs de Ousmane puedan cubrir sus necesidades básicas.
Así que ahorraron un año entero para que Ousmane pudiera subirse a una patera. Fue su hermano mayor quien consiguió el contacto e hizo el pago. Un año entero de esfuerzos de toda una familia y una vida de un joven de 17 años subidas en una patera, junto a las de otras cien personas más.
Ousmane llegó a Tenerife, después de nueve días en el mar. Llegó y no importaron sus 17 años. Otros que llegaron en las mismas condiciones, aunque son sólo un poco mayores que él, lo cuidan y lo acompañan en el campamento exterior de Las Raíces. Está esperando. Porque no importa que tenga 17 años y que un tío suyo lo quiera acoger en Málaga, porque no le dejan reunirse con él.
A Ousmane le tocó no tener 17 años para nadie aquí y quizá tampoco para él, porque su único objetivo es trabajar para enviar dinero a su familia. No tiene otra elección.