El viaje no termina al descender de la patera. Las realidades a las que se enfrentan las personas que deciden migrar, una vez que se desplazan, son plurales. El campamento de Las Raíces constituye una de las etapas de su recorrido pero sus rumbos se dirigen hacia otros enclaves. Los destinos se ven truncados por las políticas discriminatorias de migración y no se alcanzan rápidamente, sino que toca dar muchos rodeos. Así, el viaje se va complicando, va sumando etapas y, al mismo tiempo, va generando otras redes.

Las ramas se aproxima al después, a la migración como proyecto inacabado, como acción siempre sujeta a cambios y dinamismos, en función de las oportunidades que se vayan encontrando, de los obstáculos y de los funcionamientos propios de cada momento y de cada sitio al que van llegando. A este respecto, los protagonistas van viendo cómo sus proyectos vitales se van haciendo realidad, se desmoronan o se adaptan a lo que van descubriendo. ¿Cómo echar raíces en un contexto de vulneración de derechos humanos? ¿Será real encontrar un terreno propicio para echar raíces o seguirá siendo un sueño?

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